Saturday, November 29, 2008

Un hombre alado extraña la tierra

En sus caras veo el temor
Ya no hay fabulas en la cuidad de la furia
Soda Stereo; Album: Doble Vida; Canción: La Cuidad de la Furia

Llegue a Buenos Aires con cinco horas de retraso, por diferentes razones todas culpa de la aerolínea que elegí para volar –por supuesto. Mi primera experiencia buenosairence después de los controles migratorios y aduaneros fue con el taxista particular que contrate por Internet para que me fuera a recoger (o para que me entiendan algunos para hacerme el ‘transfer’ del aeropuerto al hotel). De toda la multitud de rostros que esperaban por viajeros, él era el único con el rostro eternamente fastidiado, cinco horas esperándome le habían destrozado la amabilidad, cruzado de brazos me recibió con un corto «hola», extendió uno de sus gordos brazos para ayudarme con mi maleta –no porque quisiera ayudarme sino porque le urgía largarse del Ezeiza. Con su barriga corpulenta y mi maleta me aventajo fácilmente, me señalo donde estaba el taxi y lo alcance cuando cerraba la cajuela con mi maleta ya adentro. Una vez en el auto rumbo a la ciudad platicamos de política, los sueldos de los trabajadores, y sobre la ola de calor que azotaba la región, un tema de su preferencia que casi nos llevo a la amistad. Cuando llegamos al hotel estaba más relajado incluso se presento como Luis, me dio la mano, y me deseo una buena estancia.

Una vez instalado en mi cuarto, guarde todo lo importante en el armario, me puse mis Levi’s favoritos, y salte rumbo a la calle armado con mi iPod y mi cámara Polaroid. Bastaron cinco cuadras, un asado y una Quilmes de litro para que Buenos Aires se empezara a desdeñar como el monstruo de cuidad que era. Fue desde la mesa en donde estaba sentado cuando todo dejo de ser fabula y todo se volvió furia. No requería volar para ver la cuidad desde lo alto bastaba con tan solo estar pisando sus calles, percibir sus elementos urbanos y sentirme entre la gente. Pague la cuenta y comencé a caminar embriagado por la Quilmes, por la humedad y por supuesto el momentum de mi primer encuentro con Buenos Aires.

¡Cuidad monstruo, fenómeno, animal libérame! –le comande por medio de un pensamiento psíquico, que tuve la certeza que me entendió.

Tendría tiempo para hacerme viejo y poder mirar atrás para ver los frutos de mi osadía, de mi pecado, de mi insensatez y mi descaro –o como dice una canción por mi apuesta por el rock and roll. Encontrase o no al gato calculista sabía muy dentro de mí que el destino ya no podía dejarme plantado y solo tenía que dar un paso para hacer lo más insólito o mejor dicho lo que antes me había dado miedo.

Había llegado pero más importante me seguía visualizando dentro mi sueño stereo.

Thursday, November 27, 2008

La Planta de mi Sueño Stereo

Sabe a savia por mi cuerpo. Como oro de Acapulco voy preparándome
No sé qué me pasa…. Ya no puedo volver...

Soda Stereo; Album Sueño Stereo; Cancion: Planta.


Me resisto a empujarme a otro juego de azar. Me rehusó a adquirir piel de borrego, dejarme manipular por la tranquilidad de la masa, volver a ser quien fui. Sé quién soy y conozco el lugar a donde voy. Sí lo admito soy y seré un simple humano, un ciudadano mas que consume, otro capitalista mas, en pocas palabras, un hijo de la chingada (o para que me entiendan algunos) un forro de mierda. Pero esta noche comienzo a despojarme de mis preocupaciones. Me conozco bien y sé que mañana nada me importara, ¿qué puede angustiarme a 33 mil pies de altura volando hacia el sur del ecuador? Esta noche previa a mi viaje vuelvo a descubrir el silencio. Los viejos recuerdos desaparecieron al filo del medio día, y a penas atardeció mi cabeza se comenzó a llenarse de posibilidades. Fue fácil poder imaginarme como alguien inaudito e insólito, impredecible y emocionante, oportunista y exclusivo. Con la última noche llego el poema del vuelo, el aliento del viaje, el ruido de las turbinas, la ingravidez del ser y las promesas del futuro. Es fácil poder dejar atrás los malos momentos, los achaques del cuerpo, los problemas económicos, las preocupaciones, los miedos, los horrores, las ansias… Hoy día los preparativos para llegar al aeropuerto sin haber olvidado nada, mañana mi viaje a Buenos Aires y pasado mañana una situación nueva. No me importa las mas 18 horas de vuelo ni tampoco los posibles retrasos, o la incomodidad del viaje, el mal humor de las flight attendants; lo único que me importa es poder sentirme en Buenos Aires.

Regreso a Buenos Aires a pesar de nunca haber estado allá. En realidad creo siempre haber estado ligado a Buenos Aires por medio de las canciones de Soda Stereo, Miguel Mateos y otros rockeros de los 80’s, y luego después por mis lecturas de Borges, Cortázar, Casares. Me atrevo a pensar incluso que Buenos Aires puede tener una idea de quién soy yo, o al menos imaginarme. ¿Y porque no?

En realidad, Buenos Aires y tanto el país Argentina nunca me llamo la atención. Geográficamente la capital argentina siempre me pareció distante, inaccesible todavía más desde del sur California. El único contacto que tenia con la cuidad era gracias al rock ochentero, mi fascinación por la literatura argentina en los últimos seis años, y por supuesto por el fútbol –y con esto me daba por servido. Sin embargo tantos viajes a Europa y recientemente al norte de África me habían creado una necesidad de viajar a diferentes partes del mundo empezando por el continente americano. El enfoque de mis viajes siempre ha sido callejear, tener la primicia de caminar entre gente común y corriente de usar el transporte público y sentirse parte de la urbe. Claro que últimamente mis viajes tenían el sentido de la búsqueda, una decisión que tome cuando viajaba en tren por Marruecos y de la cual estaba satisfecho.

Viajaba a Buenos Aires para buscar el gato calculista pero también para revalidar mis orígenes, digamos que mi ontology –todo aquello que constituía mi existencia, mi modo de ser, o mi Being in general. Buenos Aires era la cuna de los rockeros que escuche cuando era joven y de los escritores que había leído recientemente, así mi viaje era un retorno a un sitio donde siempre estuve ligado, la cuidad donde estaba las raíces de mi planta o en otras palabras parte de mi sueño. Me hacía ilusión poder ir y sentir el ámbito de la cuidad, persuadir mi espíritu y encontrar líneas de creatividad. Me atrevía a pensar incluso que Buenos Aires anhelaba mi visita después de todo era el mejor de sus pupilos, regresaba a los barrios de la cuidad para revivir muchas de las canciones y para poner en práctica todo lo que había aprendido en los últimos seis años. Tenía los meritos para insinuarme como el mejor de los pupilos del rock argentino. Claro no del todo el rock pero si de lo más trascendental; el rock ochentero que llego a mis oídos cuando era un chico de apenas 11 años. Incursione en muchos grupos y cantantes de rock; para ser verdad me gustaron todos aunque ya de viejo me quede con lo mas esencial: Soda Stereo y claro después Cerati. Nunca fui o seré el fan numero uno de Soda Stereo, pero si soy uno de los pocos que todavía siente las canciones como la primera vez que las escuche. A demás presumo de ser el único de mis amigos que había sobrevivido el holocausto de la vida rutinaria; mis amigos se habían conformado con la colección de discos, poder ir a conciertos y poder cantar las canciones junto con otros. Yo por mi parte creía que el verdadero propósito del rock argentino, en este caso Soda Stereo, Miguel Mateos, Fito Páez, es inquietar, estimular y persuadir. Este último comentario por supuesto es muy personal, pero que validaba día tras día, viaje tras viaje, metamorfosis tras metamorfosis con mis actos, mi always evolving persona, y mis ganas de salir a enfrentar el mundo como el cualquier chico de la calle sin obligaciones. Ahora con mis tantos años encima continuaba inyectándole a mi espíritu las mismas canciones. Ya no tenía la misma inocencia por supuesto, pero al menos tenía la certeza de lograba tener una dualidad que me permitía ser un hombre normal y corriente y un individuo multifacético dispuesto a estar en búsqueda continua.

Toda esta meditación me hace creer que Buenos Aires me espera. Si finalmente regreso, y con este retorno no pretendo resolver mi vida, este enigma ha sido resuelto hace tiempo, sino al contrario iba a Buenos Aire con el fin de revalidarme con todo aquello que escuché y leí.

La oportunidad después del desamor

El amor después del amor, tal vez, se parezca a este rayo de sol
Fito Páez. Álbum: El amor después del amor (1992). Canción: El amor después del amor


En los últimos días he podido hacer cosas insólitas; acometidos que pensaba no podría lograr, en otras palabras, miedos que pensé que nunca podría superar. Por primera vez en mucho tiempo creo tener un corazón avalentado listo para soportar emociones, una mente ágil para enfocarse en cualquier posibilidad, y una lengua afilada para convencerme aún más de hacer y deshacer cuanta oportunidad tuviera en frente. Podía querer, pensar y decir todo lo que quisiera aunque lo más rescatable de estos últimos días era poder sentir que mi vida por fin podía tener un momentum. Por esta misma razón decidí poner me a prueba, cometer una contrariedad, una acción que me llevara a: auto sabotearme. Elabore por varios minutos y me decidí por la prueba máxima, contactar a la que ‘supuestamente seguía siendo mi novia’ con el fin de inquietarme el corazón, acobardarme la mente, y tartamudear frases de amor fatal para así abandonar mis planes de viajero errático y volver a dedicarme a la adoración pendeja de una mujer que en los últimos meses me había acostumbrado al desamor. Y vaya que un hombre cuando experimente el desamor puede llegar hacer tan pendejo o para que me entiendan algunos, tan boludo para cometer una serie de idioteces con efecto domino. Decidido agarré el teléfono le marqué y esperé… El timbre sonó tres veces y estas tres alertas fueron suficientes para darme cuenta que cometía un suicidio. Me faltarían palabras para describir lo que paso por mi mente durante los tres anuncios de muerte, pero puedo asegurar que dentro de mi deseaba desafiar mis sentimientos.¿Podría el amor tocar de nuevo a mi puerta? ¿Qué acaso quería tenerla de vuelta en mi vida para que a punto de chantajes y manipulaciones me hiciera postergar mi viaje? –Si fue por ella que pospuse en más de tres ocasiones mi viaje a Buenos Aires y no sé qué más. Por eso en cuanto desapareció de mi vida, lo primero que hice fue rearmar mis proyectos de vida, comprar billetes de avión, ¡y ya está a volar se ha dicho! Me pareció increíble que le estuviera llamando a esta mujer…–This is fucking great –me dije arrepentido, pero fue tarde porque justo cuando decidí colgar el teléfono ya había contestado.Al menos se alegro en escucharme, me pregunto como estaba, y todas las preguntas que estaba acostumbrado a contestarle cuando hablábamos dos veces al día; le conté todo lo grandioso que me había sucedido después de su distanciamiento; ella por su parte se quejo de tanto trabajo y se quejo del frío –y no era para más si se había empecinado en sacar un doctorado en no sé donde en Rusia. Me emociono haberla escuchado tan contenta; desafortunadamente, como sucede en estés casos se cayó la llamada, me abstuve de marcar de vuelta y decidí dejar pasar varios días para volverla a contactar, le volví a llamar pero no me contesto porque una maquina me dijo que «the number you have reached has been disconnected».Medite por el espacio de tres horas lo que había sucedido. No sentía arrepentimiento de haberla contactado o de haber tenido una tentativa de auto-sabotaje tampoco sentía indignación porque no quisiera hablarme a tal grado que había desconectado su número de teléfono. A estas alturas ya estaba acostumbrado a su desamor; tenía ya ocho meses viviendo de su memoria y su ausencia. Aunque en esta ocasión su desamor parecía despejar una parte del cielo, supuse que era una señal algún presagio que pudiera indicarme el fin de algo y el comienzo de una nueva línea de oportunidades.Durante el transcurso del día llegue a la conclusión que la llamada telefónica a la ‘que supuestamente había sido mi novia’ simplemente había una sido un desafío para vencer el miedo a su desamor. Podía irme tranquilo a Buenos Aires. Después de todo sino quería hablarme ya era su problema y no el mío. Mi vida versus su vida… No había punto de comparación nuestras vidas eran tan diferentes seguían caminos tan diversos que se podría asegurar que iban en sentidos opuestos. Me atreví a creer que lo tenía todo y el hecho que no la tuviera más a mi lado no significaba que estuviera todo perdido –al contrario se me notaba a leguas las ganancias. El algebra nunca fueron de mi agrado pero mi situación actual me llevaba a formular el número infinito de oportunidades que tenía enfrente de mi versus el variante de ella multiplicado por su desamor, el cual, me daban el siguiente resultado: I’m fucking free.

Tuesday, November 25, 2008

Envenenando mi iPod con música de Fito Páez

Abre el mundo ante tus pies; abre todo sin querer…
Fito Paez; Album: Abre (1999); Canción: Abre

Cuando escucho a Fito Páez me siento frustrado, perdido, y sin realmente mejor opción que hacerme borracho, drogadicto, y aceptar el desamor. Pero también curiosamente las canciones de Fito Páez, por muy venenosas que sean, me terminan ofreciendo una esperanza, una “supuesta” oportunidad que vendrá tarde o temprano—quizá después de haberme hinchado el hígado de alcohol, asfixiado mis pulmones con humo de cigarro, y casi haberme suicidado por desamor. Cuando era adolescente jamás me llamo la atención la música de Fito Páez. Quizá porque a mis 15 años me faltaba experiencia para entender la intensidad del problema existencial del ser humano. Creo que si nunca hubiera leído a Cortázar jamás me hubiera interesado las canciones de Fito Páez. Los dos artistas tenían una semejanza en sus espíritus, en sus miradas se reflejaba la misma inquietud y por consiguiente la misma destinación: La búsqueda. Quizá Fito Páez fue influenciado por Cortázar cosa que no me sorprendería ya que la mayoría de los rockeros argentinos (al menos los que he escuchado) han tenido algún roce con la literatura de su país. En realidad nunca he tenido el tiempo necesario en averiguar realmente la conjetura entre la música de Fito Páez con las letras de Cortázar quizá porque he estado ocupado en otras cosas. Y aunque hubiera querido saber más sobre las influencias musicales y artísticas de Fito Páez me hubiera sido imposible por dos razones: primero porque la vida privada de un cantautor no es tan conocida como la de un escritor, y segundo porque Argentina siempre estuvo tan lejos de mí.

Como mencione anteriormente la discografía de Fito Páez es extensa que quizá el número de sus canciones rebaza las mil. Con el tiempo he podido aprenderme la letra de sus canciones más populares, pero mi deseo de aprenderme las demás canciones ha quedado en tentativa solamente, y es que necesito tener mente fría y estar sobrio para poder sobrellevarlas y no terminar deprimido. Aun así trato de escuchar a Fito Páez cada que puedo más ahora que voy a Buenos Aires. Recuerdo el día que nació mi interés por saber quién era el señor Fito Páez. Era una mañana nublosa típica de invierno, me sentía subyugado por la rutina del trabajo, y quería dejarlo todo. No sé si fue la divina Providencia la que me llevo a cometer mi error de seleccionar la canción equivocada en mi iTunes. Cuando me di cuenta me encontré escuchando la canción ‘A Lado del Camino’. Quedé atrapado por la melodía, volví escuchar la canción, busque la letra para estudiarla, y busque el video en YouTube para analizarlo detenidamente. Fue entonces que comprendí que Fito Páez y yo teníamos el mismo problema, buscábamos algo, claro que nuestras búsquedas habían sucedido por separado en diferente épocas, la de él (me imagino) que en los ochentas y la mía en pleno siglo veintiuno. Decidido a saberlo todo sobre Fito Páez comencé revisar sus archivos en Wikipedia y en las páginas de sus más fieles admiradores descubrí que su discografía era más extensa de lo que me imaginaba había por ejemplo videos bootlegs y cd’s con canciones inéditas. No sé si en aquel entonces pecaba de frustrado o me faltaba ambición, pero comencé a notar un cambio de actitud en mi forma de ver el mundo que poco a poco fue abriéndome el mundo ante mis pies y poco tiempo después por la fuerza del momentum comencé yo mismo a reabrir todos mis anhelos, sueños y fantasías –tanto así que ahora no podía cerrar el cielo que tenia bajo los pies.

Tirando para arriba y métodos para mantenerse a flote en los mares del angst heidergeriano

Y que venga lo que venga para bien o mal
Miguel Mateos - Album: Tengo que parar; Canción: Tengo que parar - Circa 1984


A la mañana siguiente abrí el mapa de Buenos Aires con la intención de identificar los barrios, aprenderme las calles, y al menos comenzar a familiarizarme con el tipo de comida que comían los argentinos. En particular buscaba el barrio en donde estaba mi hostal. De entrada sabia que se estaba situado en un tal barrio de Palermo, me acordaba del nombre porque era el apellido del ‘9’ del Boca Juniors. Ojee mi guía turística, deteniéndome en cada foto, viendo de un lado a otro el mapa de la cuidad. Por más que intente no pude encontrar el barrio de Palermo, algo extraño me sucedía pero no sabia con exactitud qué. Me levante desesperado y sin pensarlo dos veces me puse el sweater (o el pullover para que me comprendan algunos) y me fui a caminar. Eran las siete de la mañana y ya andaba ahogado en un mar de preocupaciones. Llegue a casa revise mi email y al encontrar mi inbox vacío entendí entonces que sufría una crisis, una de esas crisis que me dan cada vez en cuando, y que me tienen que dar para poder soy yo.

Me limitare en confiarles que estas crisis son breves porque algunas duran un par de horas y otras solo minutos, son momentos de preocupaciones pendejas en donde pierdo el control de todo y siento que todo a mí alrededor es incierto. Mis erráticos pensamientos me confunden y me generan una insatisfacción general de todo lo que soy yo. Es como si de repente all of the sudden everything would suck. Como ya era un viejo lobo para navegar estas tempestades existenciales, las preocupaciones ya no me descarrilaban de mi trayectoria o me causaban crisis de identidad –sabía a donde iba y quien era. Al contrario con el tiempo había aprendido a sacarle provecho a estos angustiosos momentos, y hoy en día estaba tan acostumbrado a estar en crisis que cuando no la tenía acechándome yo mismo me la provocaba. No había como salir vivo y con resoluciones de estos angustiosos momentos, en sí era como un acto de liberación del ser que tenía que realizar una y otra vez. Estos momentos difíciles, porque eran obviamente angustiosos momentos, los tenía en mi lista de patologías existencialistas como: Mi angst heiddergeriano.

Durante esta angustia era común encontrarme ninguneando, haciendo el ridículo en frente de todos, y diciendo una de series de estupideces que terminaban hiriéndole el ego a todo con quien tuviera contacto conmigo. Era preferible durante mi angst heiddergeriano permanecer en casa y no tener contacto con nadie.Pasaron horas y mi problema existencial llego a su fin. De repente mire a mi alrededor y me volví a sentir vivo y con propósito. Era cierto viajaba muy pronto a Buenos Aires, debía comenzar a prepararlo todo, maleta, computadoras, música, libros y mi cámara polaroid. Tan trastornado había estado que olvide por completo los penosos incidentes de la noche anterior con la quién hubiera sido mi acompañante de viaje. Me quedaba la satisfacción que había aceptado el momento tal y como era para bien o mal, y ahora una vez despreocupado solo quedaban los preparativos unos cuantos días que esperar, y a volar.

Porque no puedo ser tu Jet-Set

Tengo mi agenda perfumada.
Todas mis noches programadasVoy a esos clubes reprivados.
Y me alquile un convertible colorado…
Soda Stereo; Album: Nada Personal; Cancion: Porque No Puedo Ser tu Jet-Set


Diez días antes de partir a Buenos Aires me dedique a la búsqueda de una acompañante. De entrada a la afortunada le ofrecía gastos pagados y garantías ilimitadas. Pedía solamente que mi acompañante fuera mujer. Esta susodicha mujer, no debía ser la mujer maravilla ni Diana la cazadora, pero si una mujer intrépida, capaz, valiente y por supuesto ligera que pudiera dejarlo todo con el fin de poder viajar para poder sentir lo que nunca antes había sentido. Sabia de ante mano el riesgo que corría, tan orgulloso me había vuelto en los últimos años que dude por un momento de mi osadía. Hubiese sido demasiado pedirle a esta mujer pudiera seguir mi paso o que tuviera la misma pisada, por eso descartaría mis pretensiones. Saque mi móvil y comencé a revisar los nombres de mis amigas más cercanas que no son muchas pero que al menos son cinco. Al terminar de ver los cinco nombres termine desanimado. Y es que mis amigas con teléfono móvil o tienen un problema existencial con un hombre o están amargadas y por consiguiente pueden llegar a ser intratables. Descarte a la mayoría por las razones ya mencionadas, en realidad deseaba viajar con una mujer que no estuviera en vuelta en dramas. Mi acompañante debía valerle madre la vida o como dicen en argentina que _________ la vida.

Entonces me di a la tarea en pensar en quién pasarle la propuesta de viaje. Fue cuando entendí que andaba detrás de otro imposible. ¡Toda una tradición mía! Caí en cuenta que la mayoría de mis amigas además de tener sus respectivas vidas sin resolver también eran muy normales. ¿Me explico? Por ejemplo, unas no podían dejar la escuela o el trabajo, otras no podían dejar a sus hijos abandonados. Y no hare mención en las que no considere por obvias razones. ¿Quién chingados se podría prestar a tan semejante viaje? Pregunta que me vi obligado a preguntarme a la argentina ¿Quién putas se podría prestar a tan semejante viaje?

Después de dos horas de deliberaciones seleccione a mi amiga K… quien me pareció la indicada para acompañarme. No sé si fue el vino o mi resolución lo que me llevo a considerar inclusive que mi queridísima amiga K… pudiera tratarse de la mujer ideal, aquella infame mujer que siempre había buscado y que con suerte a veces había encontrado para después perderla –como siempre ocurre con lo que encuentro. Los datos de la seleccionada, la suertuda, la mujer del millón de pesos (no sé si argentinos o mexicanos) se trataba de una chica de 26 años que conocía desde hace unos meses y quien siempre estaba dispuesta hacer junto conmigo un sin número de actividades.Claro que cabe mencionar que todos estos planes por lo general habían quedado solo en planes porque K… siempre terminaba hablándome en el último minuto para cancelarlo todo. A pesar de todo le profesaba una estima y un cariño, la procuraba siempre, y en los últimas semanas la había encontrado un poco más bella que antes. Fiel a mi costumbre alenté la idea y pronto me imagine junto a ella en Buenos Aires, y claro porque no, eventualmente en México City. Como en esos días tenía una fe pendeja --o para que me entiendan algunos tenía una fe de boludo –tuve la certeza de que aceptaría mi invitación. No podría rehusarse –pensé pecando de ingenuidad. Así un martes por la tarde la cite en un café y le cante la invitación. Aquella tarde la encontré radiante, su pelo suelto alegraba su sonrisa, su dulce mirada me termino por convencer que era ella… y mi invitación para viajar termino en declaración de amor.

Quizá estaba ebrio por el vino tinto y la buena racha de tantos viajes… Pecaba de exaltado, encontraba todo bello, volvía a ser optimista. No lo sé. Al final no acepto mi invitación y menos mis propuesta de amor. Su negativa no me sorprendió tanto, de alguna manera u otra era de esperarse si nunca me había pasado por la mente relacionarme con una de mis amigas, menos con ella. Quizá mi vida se había vuelto un éctasis o en una necesidad estar viviendo algo emocionante todo el tiempo. ¡Qué monótona podía ser la vida! Mi gran error no fue haberle desdeñado mi plan para amarla sino el haber utilizado el poema para ofrecerle todo, promesas que no estaba seguro de poder cumplir.Lo rescatable de todo este penoso incidente fue poder haberme escuchado hablar en formas platónicas, el uso del poema para desdeñar posibilidades, intenciones, oportunidades, y todo tipo de teoremas de la libertad satreana. Como ya mencione mi amiga no acepto, así la única seleccionada para acompañarme en mis viajes se había eliminado ella misma. De nada sirvió hablarle de la posibilidad de luchar juntos contra el tiempo y el orden de la rutina. No recuerdo haber tenido la lengua tan hábil, hacia uso de frases greco-romanas, suplicaba en italiano e interponía su negativa con mi francés. Volvió a decir que “no” y de esto no la pude bajar. Me sentí ordinario e inútil, digamos fatal, a sabiendas que había fracasado. Y es que las confesiones amorosas nunca se me habían dado. Tenía una mala estadística eso era todo. Cuanta mujer no se había insinuado o había buscado mis labios para estar conmigo. Ahora toda esta invitación o declaración de amor parecía mas un acto de desesperación para conseguir a la mujer intrépida, capaz, valiente y por supuesto ligera que pudiera dejarlo todo con el fin de poder viajar para poder sentir lo que nunca antes había sentido.

Pague la cuenta y salimos juntos, K… se despidió con un abrazo que duro demasiado, me sentía un canalla pero muy dentro de mi supuse que había logrado ser más libre.

Solo tengo una doble vida

Es un día común, un día común emociones simples.
Soda Stereo Album: Doble Vida; Canción: Doble Vida

Por si no lo saben redacto una novela, es una historia que seguramente alguien ya escribió. A mí no me importa, yo escribo mi propia versión y si le gusta a alguien o no me da igual. Mi primera novela en si es como mi primer largometraje de un relato breve que escribí cuando era joven. Para motivarme me compre una botella de vino tinto argentino, un queso manchego por supuesto español, y para ambientar mi escritura encendí mis luces rojinegras made in china y me puse a escribir en el one and only rincón de escritor. Figúrense yo el viajero errante resulta que también es escritor. ¿Será que llevo una doble vida? Aunque para ser sincero en estos largos días antes de mi viaje a Buenos Aires lo único que siento es desolación. Si al menos pudiera dedicarme de lleno a la escritura me sentiría un poco mejor. Lo sé perfectamente… Debo escribir todos los días pero en estos momentos mi vida de viajero errante es más interesante que leer o escribir. Aunque desconozco el motivo principal de mi escritura. Quizá el escribir se ha vuelto en una forma de llevármela bien con la soledad. Soy de esos escritores que no tiene ambición alguna, escribo porque se me da la gana y no porque quiera vivir de la escritura --mejor homeless. Me horroriza la idea de algún día presentar un libro enfrente un grupo de personas a quien ni si quiera conozco. No es que siente o piense que escribo mal sino más bien quisiera que nadie supiera quién fue el mojigato que escribió el libro. No hay como el anonimato. Una vez que alguien se hace una figura pública, uno comienza a perder su relación con su alter ego y es aquí donde comienza a valer madre o para que me entiendan algunos donde todo se va a la mierda.

No siento nada personal con mi regreso a casa

Comunicación sin emoción, una voz en off con expresión deforme
busco algo que me saque este mareo
Soda Stereo; Album: Nada Persona; Canción: Nada Personal

Empezare esta historia desde un punto incierto de mi vida. No sabría exactamente por dónde empezar. Mi vida no tiene nada en concreto solo que acabo de llegar de otro viaje. Lo curioso es que me siento extraviado a pesar de estar en casa. Encuentro lo cotidiano como un laberinto; estos dos últimos días han sido como estar cayendo en un vértigo. A consecuencia de todo este caos tengo la mente hecha trozos, no hago más que imaginarme cualquier idiotez. No me sorprende nada recordando una ex-novia o en otras preocupado por la crisis económica actual –como si realmente me importara. Lo único rescatable de mi tumultuoso proceso mental son los nuevos viajes que se aproximan: Buenos Aires, Miami y después el Distrito Federal. Mencione Miami porque pienso pasar dos días allá. Pero el primer viaje es el de Buenos Aires, regreso a casa para después irme a Miami y después a México City.El que no me conoce entonces se preguntara. ¿Por qué viaja tanto este inútil, qué quiere probar? La primera pregunta la contestaría: porque soy un hijo de mí chingada madre como o para que me entiendan algunos, porque soy un hijo de puta. Un vil mother fucker in plain english.

Soy lo que soy porque lo tengo bien entendido.Apenas regreso de un viaje y ya te quieres ir. –me digo a mi mismo como queriendo tener prudencia y humildad.No soy un fenómeno o un chingón, soy simplemente lo que soy: Un hijo de puta que desafía la rutina que tiene presa a la sociedadApenas pienso en subirme a un avión para largarme lejos y mi mente se vuelve como un arma de fuego, mejor dicho en un rifle sniper cuyo mirador es conducido por mi mirada hacia el cielo, apunta, y espera el momento indicado para disparar. Un solo disparo y si acierto… un día como cualquiera me encuentro en un aeropuerto caminando, con documentos y maletín en las manos. Consiguientemente en un avión sintiendo la ingravidez, bebiéndome una copa de vino para luego encontrarme en una línea de un control migratorio de un país nuevo donde quizá tienen otro entendimiento de la vida. Una vez pasado los controles cambio mi rifle sniper por una ametralladora. ¡Cuidado!Las ametralladoras son armas cuya función es vaciarlas en cuanto acecha el peligro y esperar estar vivos después de la última descarda.

Mis viajes no son nada turísticos. Son viajes clandestinos que son mediados por la contingencia, o para que me entiendan el público en general mis viajes son oportunidades. Me encanta sentirme en la intemperie cuando llego a un aeropuerto nuevo. Es ahí donde comienzo realmente a pensar a donde exactamente ir y que hacer con mi vida. Yo solamente compro el billete de avión, me trepo a la nave a la buena de Dios y cuando menos recuerdo ya estoy en mi destinación. Como me gusta ir a las grandes metrópolis no es sorpresa ver un aeropuerto atiburrado de gente que camina sin rumbo y sin dirección. El no haber planeado mi viaje me obliga a indagar, averiguar, preguntar al primer individuo o individua que se me cruce en mi camino sobre hoteles. Aquí es donde es necesario usar la ametralladora y dispararla de un lado a otro –así como Rambo nos enseño –para ver si se puede al menos preguntarle a la persona indicada como hacer para llegar algún hotel. Por eso la primera víctima de mi pobre planeación es el taxista, quien se convierte en nuestro primero guía turístico y casi casi en el primer representante de la cuidad en la que estamos.

En Busca del Gato Calculista

Capitulo 38 de Rayuela:

Talita no estaba muy segura de que a Traveler lo alegrara la repatriación de un amigo de la juventud, porque lo primero que hizo Traveler al enterarse de que el tal Horacio volvía violentamente a la Argentina en el motoscafo Andrea C, fue soltarle un puntapié al gato calculista del circo y proclamar que la vida era una pura joda. De todos modos lo fue a esperar al puerto con Talita y con el gato calculista metido en una canasta. Oliveira salió del galpón de la aduana llevando una sola y liviana valija, y al reconocer a Traveler levantó las cejas con aire entre sorprendido y fastidiado.-Qué decís, che.-Salú -dijo Traveler, apretándole la mano con una emoción que no había esperado.-Mirá -dijo Oliveira- vamos a una parrilla del puerto a comernos unos chorizos.-Te presento a mi mujer -dijo Traveler.Oliveira dijo: "Mucho gusto" y le alargó la mano casi sin mirarla. En seguida preguntó quién era el gato y por qué lo llevaban en canasta al puerto. Talita, ofendida por la recepción, lo encontró positivamente desagradable y anunció que se volvía al circo con el gato.-Y bueno -dijo Traveler-. Ponelo del lado de la ventanilla en el bondi, ya sabés que no le gusta nada el pasillo.